Entendiendo el fracaso
Hoy quiero exponer ciertas ideas en relación a esa frase. Es natural oír las historias de miles de emprendedores exitosos hoy en día, que fueron capaces de construir imperios mundiales a través de la constancia y la dedicación, y que en la mayoría de los casos, en sus inicios fracasaron estrepitosamente en repetidas ocasiones.
En este punto, entramos en un dilema, pues a la mayoría de nosotros desde pequeños se nos enseña la importancia de ganar en cada aspecto de la vida, y queramóslo o no, aún hoy en día es difícil tratar con un hijo cuando pierde un juego o sale mal en clases.
Recordemos una frase de Sir Ken Robinson en su libro El Elemento: «Si no estás preparado para equivocarte, nunca llegarás a nada original». Entonces podemos pensar que el fracaso sí es una parte fundamental para el crecimiento y la madurez de todo emprendedor. Que en los primeros pasos en este mundo de completa incertidumbre de los emprendimientos en etapa inicial el fracaso les arrebata el éxito a las personas que por falta de preparación o de investigación no logran establecerse en el mercado.
3 pequeñas historias de fracaso y nuestro punto de vista:
Bill Gates. Si leyeron este nombre creo que pocos de ustedes podrían asociarlo con la compañía Traf-O-Data. Esta fue una de sus primeras compañías creadas, junto a Paul Allen, con muchos inconvenientes de venta y algunos de programación, la quiebra fue inminente, sin embargo esto no desmotivó a este emprendedor y pocos años después fue capaz de sacar al mercado uno de sus primeros productos de Microsoft, el resto lo conocen.
Reed Hastings. Este pana, cofundador de Netflix, por allá en el año 2000 buscó al entonces CEO de una gigantesca compañía llamada BlockBuster para ofrecer lo que era su pequeña startup, la idea de transmitir vía Internet y cobrar a través de una mensualidad fija. Para hacer el cuento corto, aparte de rechazar contundentemente su oferta, dedicaron ciertas campañas a burlarse inclusive del trabajo que venía desempeñando Netflix. El resultado muchos años después, una contundente caída del mercado de Blockbuster y el éxito gigante para Netflix.
Walt Disney. Llega a Los Angeles con 40$ y una película sin terminar. Fundó la empresa Laugh-O-Gram, que tras un año se declara en bancarrota. Confiado en su trabajo con Alicia en el País de Las maravillas, consigue trabajo y comienzan sus éxitos, primero con varios cortometrajes y películas, y luego fundando uno de los mayores y mejores parques de atracciones.
Definitivamente el fracaso está presente en muchas historias, y aunque hay historias de emprendedores que «la pegan» en su primer intento, considero que lo importante acá no es el fracasar o no, sino qué hacemos con esa experiencia que nos ha de pasar.
3 sencillos y fáciles consejos para empezar de manera inmediata con ideas de negocio:
Conoce la necesidad. Responde estas preguntas: ¿De qué está pendiente el mercado en estos momentos? ¿Cuáles son los posibles competidores de tu producto o servicio?
Valor de la propuesta. ¿Qué tan atractiva es tu solución? ¿Por qué deberían adquirir tu producto o servicio?
Prueba. No te tomes mucho tiempo, las oportunidades hay que aprovecharlas al momento, piensa en una versión que pueda satisfacer las necesidades básicas de tu modelo de negocio y preséntala, manteniendo facilidad y bajos costos.
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Algunos podrán abrazarlo, otros saludarlo de lejos, sin embargo está comprobado; podemos experimentar y fracasar en el intento. Como sugerencia, hacerlo rápido y económico. Mientras tengamos estas recomendaciones en mente podemos «pivotear» nuestras ideas de negocios, encontrando el camino para descubrir al cliente ideal de nuestro servicio o producto.
Excelentes recomendaciones.
Perseverancia, pero también decisión. El éxito no es cuestión de azar…