Mucho se ha hablado del proceso de compra del consumidor, de hecho, se han escrito muchos artículos donde se habla de la evolución de este proceso de compra con la introducción del mercadeo digital. De esta forma, ya se comenzaba a hablar del ZMOT (Zero Moment Of Truth) o del momento cero de la verdad, el cual no es más que el proceso mediante el cual el usuario busca información en las diferentes páginas web relacionadas con un producto o servicio que el mismo anhela adquirir.
Es entonces cuando entra en el terreno de juego la usabilidad, pero ¿qué es esto? La usabilidad es la capacidad de uso de un producto o servicio, a modo de que su cliente o consumidor pueda lograr un objetivo en particular; por ejemplo, podemos hablar de usabilidad cuando una ama de casa compra un cuchillo con el objetivo de poder cortar esa parrilla que preparan todos los fines de semana. No obstante, con el auge de la era digital y con la evolución del mercadeo de productos y servicios, este concepto de usabilidad se expande a los sitios web, los cuales pueden considerarse como uno de los productos que maneje una determinada empresa. Obviamente, todo negocio debe saber cómo se comporta la variable de si un portal es usable o no al momento cero de la verdad, cuando el usuario busca información para una determinada necesidad que desea cubrir, pero ¿cómo podemos saber si esa usabilidad está siendo gestionada de la mejor manera?
Lo cierto es que existen muchas formas de medir la usabilidad de un portal web y esto lo podemos sacar evaluando la experiencia del usuario. Para el fin de este artículo en particular, les estaré hablando del rol que juega la accesibilidad en si un portal es más o menos usable.
Básicamente, la accesibilidad se refiere a las formas mediante las cuales un usuario puede acceder a una determinada página web. Obviamente, en todo este proceso siempre surgirán limitaciones que debemos ir evitando o sellando al pasar del tiempo. Podríamos decir que estas limitaciones se dividen en dos grandes categorías: individuales y de contexto de acceso; vamos a evaluarlas por separado.
Limitaciones individuales: están relacionadas directamente con el usuario que intenta cumplir una determinada tarea en un determinado sitio web. Cuando hablamos de estas limitaciones podríamos comenzar por las discapacidades que tenga una persona: aquí se incluirían factores como discapacidad visual o auditiva, por mencionar las que mayormente puedan afectar el acceso de un usuario a la página web de tu empresa o negocio. Por otro lado podemos hablar del idioma: si tienes pensado incorporarte al mercado de los Estados Unidos, pero tu portal está solo en español, esta variable irá mermando las posibilidades de acceso que pueda tener tu nuevo público objetivo o target. En tercer lugar, variables como las zonas geográficas y la edad también determinan el éxito de acceso a tu sitio web; en el caso de la zona geográfica tienes que saber si en la zona donde vive tu público objetivo hay acceso a internet, por ejemplo; en el caso de la edad lo podemos ver claramente es portales web que son para adultos, donde solo te permite el acceso si colocas una fecha de nacimiento que te haga ver como mayor de edad.
Limitaciones por contexto de acceso: si las limitaciones anteriores estaban ligadas al usuario, en esta oportunidad estas están ligadas directamente con los dispositivos que está usando tu público para acceder a la URL. De este modo, podemos hablar de dos variables en cuanto a portales: responsivos o adaptativos. Cuando les comento que un portal web es adaptativo, quiero decir que el mismo está diseñado desde dos formatos: el primero busca ser compatible con las dimensiones de pantalla de un ordenador, mientras que el segundo busca adaptarse a los formatos de pantalla de los Smartphones. Un caso diferente es cuando tu portal web es responsivo, pues en este caso está diseñado en un formato camaleónico, es decir, en un formato que puede adaptarse a cualquier tamaño de pantalla de cualquier dispositivo, ya sea ordenador, Laptop, Smartphone o Tablet. En el caso de este último – el responsivo – cuentas con las ventajas de que está amparado por Google, pues éste se encarga de penalizar a aquellos portales web que no tengan esta particularidad.
Como puedes ver, diseñar un portal web no solo se trata de echar códigos y de creatividad, pues se requieren de ciertos aspectos a considerar. Aprovecharé para compartirte algunas claves adicionales cuando se trata de accesibilidad:
- Cuida la jerarquía visual: trata de posicionar en aquellas zonas de calor (zonas por donde el mouse pasa más veces) los elementos que consideras más importantes o determinantes en el objetivo que está buscando el usuario.
- Aprovecha las tendencias: ya sea porque eres el líder de mercadeo de una determinada empresa o porque eres independiente y estás buscando mejorar la accesibilidad de la página web de tus clientes, haz lo posible por revisar cada cierto tiempo (semestral o anual) cuáles son las nuevas tendencias en cuanto a diseño web. De esta forma siempre estarás actualizado o actualizada.
- Divide la página en zonas: tal cual como si fuese un periódico. De esta forma serás capaz de organizar los elementos de una mejor manera.
- Minimiza el ruido: hoy en día las tendencias apuntan a la simplicidad. Mientras más claro sea el contenido que expresas en la página, mejor se podrá ubicar el usuario y acceder a aquellas secciones que sean de su interés.
Dicho todo esto, serás capaz de identificar estas variables en los sitios web, así como de tomar acciones que te ayuden en futuras modificaciones. Eso sí, piensa siempre en el usuario y cómo le gustaría a él que luzca el acceso al URL.
Si te gustó este artículo, entonces te invito a leer cómo son las modalidades de compra en la publicidad online
¡Excelente post!
Gracias, Juan, por compartirlo con nosotros y con la comunidad de blogueros…