La envidia mata…. decían en mi tierra.

Uno de los defectos que hasta no hace mucho pensaba que no tenía, que incluso cuando lo noté pensaba lo había erradicado, pues hoy se asomó en mi vida, de una manera muy tonta por cierto. La envidia.

Wikipedia y la RAE definen la envidia de esta manera: La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangibles e intangibles. La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee. https://es.wikipedia.org/wiki/Envidia

Hace unos años tuve la oportunidad de viajar a USA en navidad, era como en las películas, nos faltó la nieve porque nos regresamos el día antes que nevara (lástima). En esa oportunidad logré disfrutar de muchas tradiciones de esos lados, entre ellas muchos árboles de navidad. Pues resulta que los bastones rojos y blancos de esos árboles eran de caramelo real, no de plástico como lo usamos o usábamos en Venezuela en nuestros arbolitos de navidad (Un indio suelto en New York).

Les confieso que me encantan esos caramelos, además de ser muy ricos, son cómodos para degustar, muy sabrosos. Pues este cuento viene a que una de las ascensoristas del lugar donde trabajo tenía un bastón de esos en las manos, si, de esos de caramelo real; me llevó a esos tiempos y sentí envidia por poco menos de un segundo, lo cual es malo, me sentí mal por el hecho, pero sé que es algo que estoy superando, por ese muy breve lapso de tiempo desee ese caramelo, lo cual es una tontería.

¿Saben? La envidia es un mal que podemos tener en nuestro ser y en ocasiones resulta difícil de detectar y mucho más difícil aceptar, en estos tiempos tumultuosos que vive mi país, donde la necesidad en muchos hogares puede llevarnos a envidiar a otras personas, otros países u otras culturas, por ver la abundancia en estos y no en nosotros, son algunas de las razones para escribir esto, así poder alertarlos; la envidia nunca será buena y es necesario erradicarla.

Debemos alegrarnos por la bendición que tengan los demás, alegrarnos por lo que los demás tienen, a pesar que nosotros lo deseemos también y no lo tengamos, incluso cuando consideremos que ese otro no se lo merece. Es necesario recordar que la envidia, el egoísmo y cosas de ese tipo enferman el alma, en tal sentido les recomiendo: sean cuidadosos de sus pensamientos, cuiden sus mentes y corazones para que no se contaminen con lo que pasa en el mundo hoy día.

Un fuerte abrazo mis amados lectores. Dios les bendiga.