Esta Semana Santa ha sido una muy particular que quiero comentar en esta comunidad de Blogueros de Venezuela como un espacio al que pertenezco desde hace años.
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La Pandemia ha significado un verdadero desafío para la Iglesia Católica Venezolana, puesto que nuestros templos son lugares cerrados y poco ventilados, un lugar propicio para la propagación del Covid-19 si no se tuvieran las medidas de bioseguridad necesarias. Las autoridades eclesiales han querido ser responsables y quiero hacer un comentarios al respecto.
A un año de la pandemia
Recuerdo ese fatídico Viernes de marzo de 2020, me encontraba en la población de La Azulita y desde el mes de enero veníamos haciéndole seguimiento a la gripe que se estaba diseminando por toda Europa y había llegado a algunos lugares de América, cuestionadas decisiones de algunos países y manejo poco preciso de la OMS hizo que el virus llegara a todos los rincones del mundo, también Venezuela. La verdad es que no sabíamos bien cómo manejar la situación.
Las cifras españolas e italiana llenaban de estupor nuestras mentes, miles de sacerdotes enfermos, cientos de fallecidos, nos llevaban informaciones devastadoras en diócesis diezmadas por la muerte de sus sacerdotes, todavía no se tenía claro el grado ni las medidas de precaución contra la enfermedad.
Información privilegiada
La Iglesia Católica tenía también información privilegiada, los diferentes niveles de organización le permiten tener contactos informativos en todos los rincones del mundo, desde China hasta África, América. En el lugar donde haya un párroco, una religiosa, un catequista, allí existe la posibilidad de tener información precisa y en tiempo real. Los obispos tienen posibilidad de comunicarse con sus pares en toda Venezuela para hacer seguimiento de los acontecimientos, estado por estado, pero también país por país.
Eso ha llevado a tener claridad en la toma de decisiones.
Equipo de Asesores
También ha decidido rodearse de equipo de asesores médicos de diferentes áreas, en especial epidemiólogos, quienes han marcado los protocolos de bioseguridad y aconsejado a los obispos en la medidas que deben tomarse para mantener sus actividades y a su vez proteger a la población, puesto que no estamos en nuestro país en las mejores condiciones para afrontar la enfermedad.
Esta Semana Santa 2021
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Esta Semana Santa 2021 ha sido bastante interesante, porque vivimos un repunte de los casos de contagio, y la Iglesia como institución que promueve la vida ha querido mantenerse en su línea de prevención. Aconsejando a los sacerdotes a celebrar la Semana Mayor con el menor número de feligreses posible y sacando las celebraciones del templo para las afueras, autos, altares. La Iglesia ha debido hacer un viraje táctico para poder suplir una necesidad de sus fieles y mantenerse firme en su objetivo primordial, el de la predicación del Evangelio.
Política
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Interesante las muestras de rechazo y apoyo que ha recibido la Iglesia en los últimos días. En algunas regiones militares han mandado a cerrar los templos, intimidando a los sacerdotes y obispos con comunicaciones, circulares y muestras de poder simbólico, pero en otros lugares los funcionarios han sido muy respetuosos e inclusive han participado con sus uniformes de las actividades religiosas. Un acontecimiento interesante fue la visita del Nazareno de San Pablo a Fuerte Tiuna recibido por el ministro de defensa.
https://platform.twitter.com/widgets.js#31Mar..La imagen el Nazareno recorre las calles de #Mérida para la fortalecer la fe y animar a su pueblo pic.twitter.com/alos3H6Uuu
— Leonardo León (@leoperiodista) March 31, 2021
La Iglesia, en los últimos años, ha estado en medio de situaciones complejas a nivel político participando en acercamientos entre diversos sectores que ven en ella un interlocutor serio que puede ayudar con su músculo social en la resolución de la crisis que vive el país.
Seguiremos atentos a los acontecimientos.