El mundo nos demostró que un evento, puede reimpulsar el valor de cierta profesión;pero hay otras que no.
Esto sucede porque la dinámica humana las sumerge en la indiferencia colectiva o son opacadas frente a otras profesiones por lo intereses del momento.
Más adelante, un ejemplo.
Valiosos en el presente
Cada contexto es único, aún en medio de una situación mundial.
Actualmente, pareciera que la profesión más valiosa para la humanidad sigue siendo ser médico.
Sin embargo, en la realidad que observo, afirmo que no se les respeta; porque cuando no se contribuye con las normas de bioseguridad, evidencias el irrespeto hacia los demás, incluyendo al personal de salud que se arriesga a diario por salvar a todos.
Profesionales emergentes
En mi entorno, al preguntar:
¿Quieres plata (dinero)?
¿Qué quieres ser cuando seas grande?
¿A qué te dedicarás después de toda una vida de X profesión?
La respuesta es la misma: «Comerciante»
Hay una generación creciendo en confinamiento y asegurando que “estudiar no sirve de nada”, por lo tanto, tener una profesión es perder el tiempo, porque necesitas plata y la mejor profesión para ello es ser comerciante.
El dinero obvio que es necesario; pero su afán por él ¿destruirá todo?
La profesión del futuro
Motivo a una generación para que se inscriba en una profesión, que para mí será “vital” en el futuro.
Sonaré utópica, idealista, muchos dirán: “de esto no se vive”, “ni esto pone comida en tu mesa”; pero yo, mantendré la teoría, porque a los hechos me remito.
Me refiero al profesional en “Buena Educación”, no educadores, sino a gente educada.
Personas cordiales, con modales; respetuosos, que expresen los ¡Buenos días o Tardes!, el ¡Por Favor!, las !Gracias! y muchísimo más.
Un futuro sin estos profesionales aseguran días más hostiles, mayor estrés y una progresiva pérdida de todo valor.
Profesión con puertas abiertas
Entre querer recuperar el tiempo paralizado y el dinero no percibido, se aceleró la deshumanización.
-¡Ay que delicada! ¿Es que si no te dicen “por favor” eres de Cristal?
-Toleraré el sarcasmo, porque escrito está que a lo bueno se le llamará malo …»
Pero la verdad, es que “la cordialidad puede abrir puertas, mientras que la hostilidad siempre las cerrará”.
Y eso aplica para un negocio, como cliente/proveedor; empleado/patrono; hasta en el bus, como chofer/ pasajero y cualquier área.
Ser decente, educado y respetuoso jamás, jamás, estará de más. (el doble «jamás» es a propósito).
Ganancias ilimitadas
Sí solo crees que un “cliente” es quien compra un bien o servicio, y es el único que contribuye a las ganancias, requieres expandir tu visión.
El servicio no sólo se paga con dinero sino con cordialidad. Hay muchos «majaderos por ahí» guardándose las «gracias» porque «para eso pagan».
Ejm. En una empresa convencional, los buenos empleados (desde la recepcionista hasta el personal de mantenimiento) son «clientes internos», si los tratas mal ¿que crees pasará?. ¿No pasa nada? ¡Nadie es prescindible!. (Aja) pérdidas de talento humano, de tiempo en captación, adiestramiento, eficiencia en los procesos y en dinero…
Visión global
La Vida es un negocio, tu hogar es tu primera empresa, tu pareja es tu primer socio (a).
Empresa perfectas no existes; tiene sus períodos buenos y otros complejos; pero el éxito de ella no radica solo en la ganancia, sino en su gente; al final del día no te llevarás un solo billete al más allá.
Y la verdad es que todo lo que suceda en «tus negocios» (hogar, pareja, círculo social) es casi seguro que te impacta quieras o no, de una u otra forma,en el emprendimiento y profesión convencional.
Los profesionales integrales, con una visión global de la vida tendrán éxito.
El presente nos grita que “algo o mucho debe cambiar”: métodos, estrategias, modo de actuar y pensar.
Tú ¿Qué harás? ¿Te inscribirás en la profesión del futuro? ¿La adicionarás a tu curriculum?