¿En verdad ser Inversionista es el estado ideal?
Seguro muchos de ustedes conocen que es el cuadrante del flujo del dinero, de Robert Kiyosaki.

En su libro homónimo, RK habla sobre las cuatro formas de ganar dinero en la actualidad: como empleados, autoempleados, dueños de negocios e inversionistas.
Lo interesante del cuadrante es que todas las agujas apuntaban, hasta hace poco, a las ansias de todos en querer llegar a ser inversionistas.
El empleado con ambición, al alcanzar el tope en la empresa en la que presta sus servicios, decide ser independiente. Nace el autoempleado.
Y así el autoempleado decide ser dueño de negocio y a su vez, el empresario, comienza a invertir y todos, buscando la tan ansiada libertad financiera.
Y como en el cuento de los cinco judíos y Einstein, apareció el Coronavirus y lo cambio todo.
Empleados sin empleos; dueños de negocios con sus puertas cerradas; muchos inversionistas que comienzan a temblar viendo una recesión económica venir. Esto es lo que Robert Kiyosaki nunca imaginó: las agujas de las brújulas apuntan al auto empleo.
¿En cuál sentido?
Para ese entonces de la aparición del libro, un autoempleado era aquel profesional independiente que trabajaba, viviendo de sus honorarios profesionales.
De un modo mas rudimentario, un autoempleado era aquel que montaba su negocito de venta de productos u ofreciendo servicios básicos.
Buhoneros, ingenieros, plomeros, abogados, electricistas todos ellos, hasta hace poco, se consideraban auto empleados.
De repente, aparece una palabra de origen francés que transformó ese concepto y desde entonces, el autoempleado ahora es emprendedor (Entrapeuner).
Lo curioso e interesantes es que, debido a la aparición del coronavirus y sus efectos en la economía, esos empleados sin empleo, dueños de negocios cerrados e inversionistas dudosos, ahora son emprendedores. Son (y esto es lo más interesante) emprendedores digitales.
¿Por qué el auto empleado cobra mayor connotación ahora?
Según la leyenda de dicho cuadro, el auto empleado es el centro y alma de su negocio. Si se ausenta por vacaciones, su entrada de dinero merma.

El punto es que el autoempleado no puede ausentarse mucho tiempo de su propio trabajo, porque quiebra.
Es decir que, partiendo de la premisa que la libertad financiera es tener dinero y tiempo para disfrutarlo, el autoempleado no puede dejar de trabajar. O, mejor dicho, le falta tiempo para descansar.
Pero ahora, en tiempos de cuarentena y rebrote del virus, ¿Acaso no sobra tiempo para trabajar? ¿Se ausenta de su «trabajo» el autoempleado? Evidentemente no…
Reinvención: La necesidad obliga
Recuerdo un refrán que siempre decía mamá cuando yo estaba pequeño: “La necesidad obliga” y en esta época pandémica, está más vigente que nunca. La brutal necesidad de llevar comida a casa en esta recesión temporal ha llevado a todos, empleados, autoempleados, dueños de negocios (incluso inversionistas) a apalancarse sobre el eCommerce.
Todos aquellos que hemos estado trabajando de modo independiente a la vieja escuela y los que no también, nos deshilvanamos el cerebro, aprendiendo sobre eCommerce.
Bots, apps, gadget o widget, son términos que muchos no teníamos la más remota idea que existían y que forman parte de nuestro léxico diario.
No hay vitrinas: hay Instagram. No hay carteleras informativas en los pasillos: hay WhatsApp e emails. No hay centro de exposiciones y ventas: hay Facebook, Blogs, LinkedIn. Ya no hay salas de reuniones: hay Skype, Google Meet.
Términos y medios que usábamos para divertirnos y para promover uno que otro evento, productos, bienes o servicios. Ahora son nuestras principales herramientas de trabajo en mas del 70% de la población mundial.
Dato curioso es que hasta diciembre del 2019, según datos del Banco Mundial, se registraba casi un 53% de empleados a nivel mundial. Hoy, mas de 180 días después de la aparición del virus, aunque no hay datos oficiales, se presume que el 48% de la población, apalancan sus emprendimientos en lo digital.
Kiyosaki jamás lo imaginó
Este no será definitivamente el modus vivendi en el post pandemia (la historia lo dice con las pandemias pasadas.
No me inclino a pensar que el mundo cambiará radicalmente. Somos seres de costumbre y es muy difícil que en solo 18 meses, se olvide toda la historia. Regresaremos a la normalidad que conocimos.
Aunque no creo mucho en esos principios orwelianos de cambios utópicos, tampoco sabemos cuándo y cómo va a finalizar esto.
Lo cierto es que, lo que Robert Kiyosaki nunca se imaginó, en su cuadrante del flujo del dinero, la economía se sustentaría sobre pilares distintos.
La visión y la concepción del autoempleado, no tan bien vista por él en aquel entonces, en los próximos 18 meses, sostendrá gran parte de la economía mundial y se mantendrá sobre la base del eCommerce, hasta que regresemos a la “normalidad” post COVID19.
Parece que Robert no habia previsto esto….
Puedes leer: https://bloguerosdevenezuela.com/el-exito-del-ecommerce-de-la-realidad-al-c19/
Giuseppe Vaccaro, MBA.
Consultor & Life Coach Certificado.
Instagram: @pinovaccaro_lcoach