Publica tu novela por Amazon, en 5 minutos y sin conocimientos previos

En relación a publicar una novela en Amazon, más o menos lo que dice el título de este artículo es lo que se escucha en YouTube, o también la versión contraria y extremista: usted no podrá hacerlo solo, contráteme a mí.

¿Qué es lo que no te dicen?

Lo que nadie dice desde un principio es que publicar el libro es lo de menos y que por muy buena que sea tu novela, probablemente no se venda, ya que en Amazon se publica un libro cada 5 minutos.

Además, el buscador, únicamente «muestra», es decir, coloca en las primeras páginas los libros que tienen más ventas; dentro de los vendidos los que tienen más estrellas y comentarios, pero para obtener calificaciones o comentarios primero tiene la persona que haber comprado el libro… Y si no sabe que el libro existe, porque Amazon no lo muestra, ¿cómo lo van a adquirir?

Los anuncios de Amazon Ads

Por otro lado, algo que tampoco nadie te dice, es que si la novela tiene alguna escena erótica, Amazon no te permite ingresar al programa de Amazón Ads, es decir, a los anuncios pagos, y resulta ser que mi novela es romántica, lo que llaman una novela para nuevos adultos y contiene algunas escenas de sexo explícito heterosexual.

Nada, no puedo pagar los anuncios de Amazon.

¿Y entonces quién podrá defenderme?

Lo que queda, es lo que ya casi es tradicional, crear una comunidad, en mi caso la estoy creando en Instagram (@escritorapatriciacabrera), después de haber considerado muchas plataformas.

Me gusta más el blog, y aún no renuncio a desarrollar uno para la novela.

Ahora bien, yo pasé un año escribiendo y corrigiendo esa novela, de yo haber sabido lo de la comunidad, comienzo primero gestando la comunidad y paralelamente escribo la novela romántica, incluso dándole prioridad a la comunidad.

¿Y cómo se me ocurrió escribir una novela, siendo que yo soy bloguera, además de abogado?

Verás… Como a los doce años yo ya escribía cuentos, poemas y novelas.

Alguna vez comencé a escribir una novela sobre un personaje llamado Alberto, que era un mujeriego sin remedio.

Un día mi mamá leyó el comienzo del texto, que decía algo así como: «él observó el comienzo del busto de ella», y hasta allí llegó el relato. Me prohibieron seguir escribiendo eso, porque no eran temas para niñas.

Al pasar los años, cada cierto lapso de tiempo, Alberto, el protagonista de mi novela, acudía a mi cabeza, e incluso se iba haciendo acompañar de otros personajes; el aspecto físico de algunos es sacado de personajes públicos del momento, en otros casos, su imagen es creada por mi mente, como es el caso de Alberto.

Sin embargo, las conversaciones entre esos personajes, no son reales. Es más, esas personas ni siquiera se conocen en la vida real. Un rol lo saqué de una comiquita.

También mi mente inventó que esa gente eran familia y cuando crecí y me percaté que siendo familia no se podían casar, entonces generé la idea de un consorcio de empresas regido por normas y donde los accionistas estaban obligados a vivir juntos en una mansión. Al no tener lazos de sangre, se podían casar.

Pasó el tiempo y al graduarme de abogado a los 25 años, jamás volví a pensar en Alberto y sus acompañantes, pero a los 36 años, ¿adivinen qué?, el personaje volvió a mi cabeza.

¿Qué pasó a mis 36 años, por qué no escribí la novela ?

Cuando el personaje apareció a mis 36 años y me armaba aquellas conversaciones en la cabeza y aparecía más gente… ¡Yo me asusté!

Enseguida hice una cita con un psiquiatra y asistí.

El psiquiatra concluyó después de hacerme muchas preguntas, que era simple imaginación, que los personajes no interrumpían mi vida normal, no aparecían a mitad de un juicio, por ejemplo, sino que eran siempre muy oportunos, constituían una manera de distraerme cuando estaba aburrida. ¡Bonita distracción que me inventé!

¿Cuándo comencé a escribir mi novela ?

Empecé a escribir en el 2020 y no me dio resultado, no me provocaba, no fluía, no lo lograba y es que comencé la novela con un personaje que se llama Patricia, la de los ojos azules, y esa no es la protagonista, debí comenzar con Alberto.

En enero del 2021, comprendí que el protagonista era él, Alberto, volví a comenzar a escribir mi novela, la basé en Alberto y en sus citas con una mujer cada día, reuniones estas que agendaba como si fueran compromisos de trabajo.

Al basarme en Alberto, la novela fluyó. Escribía aproximadamente 1.000 palabras diarias y no corregía nada, siguiendo las instrucciones de algunos escritores que dan consejos por YouTube.

Hoy en día, yo le aconsejaría a quien me pregunte, que escriba bien desde un principio, me costó demasiado revisar, fueron muchos meses corrigiendo, es más, escriban directamente en SpellBoy u otro corrector gramatical.

Nótese que la novela es larga y que al ser escrita y leída por mí, los errores se escapan, no se ven, sobre todo las palabras repetidas muchas veces. El termino «era», me dio dolores de cabeza para sustituirlo.

Al final la novela me la leyó un corrector de estilo, antes de publicarla y después de publicada, la volví a leer y publiqué de nuevo. Ahora sí está perfecta, diría yo… hasta que la lea mi socia Sheila (bloguera también) y me haga algunas observaciones más, así es ella, es su virtud ayudarme señalándome amablemente, cualquier desperfecto en mis escritos.

Y ya este artículo está bien largo, así que en otra oportunidad, les cuento más.

Si vas a publicar tu novela por Amazon, pregúntame lo que sea en los comentarios 👇, que estoy vuelta una experta😃 y si quieres leer la sinopsis de mi novela, haz clic «aquí«. 📕