Hoy día en el mercado jurídico y empresarial se habla mucho de la aplicación de programas de Compliance en las empresas, y de sus beneficios y principios, así como de los puntos en que une concatena aspectos legales y administrativos de una organización, reduciendo distancias y acercando cada vez más el derecho y las empresas. No obstante, siendo el Compliance una actividad que implica aspectos jurídicos y regulaciones, todavía es desconocida tanto para el gran público como para empresarios, emprendedores, administradores y hasta para abogados.
Así que empecemos desde el principio…
¿Qué es el Compliance?
A partir de los numerosos problemas surgidos por la crisis económica del 2008, y escándalos empresariales como Siemens en el 2006 y Enron en el 2007. Semejante serie de infortunios cambiaron para siempre las finanzas y el mundo empresarial. Lo mismo pasó con las leyes y las regulaciones de los países y del comercio internacional. Todo con la finalidad de garantizar mayor transparencia en el juego y prevenir nuevas crisis en el futuro.
Delante de ese contexto en que las reglas del juego cambiaron, y no solo por iniciativa de agencias gubernamentales. El Compliance comenzó a cobrar cada vez mayor importancia en los catálogos de servicios jurídicos.
Compliance, que en español significa literalmente “cumplimiento”, es definido brevemente por José Zamarriego, Vicepresidente de ASCOM (Asociación Española de Compliance) como “la capacidad que una organización tiene, a través de los procedimientos implementados, de demostrar la intencionalidad de la actividad previa a su ejecución cumpliendo con toda la normativa vigente (leyes, sistemas de autorregulación y códigos de conducta)” .
Palabras más, palabras menos, Compliance es una disciplina jurídica empresarial preventiva. Une prácticas y estrategias de gobernanza corporativa en las empresas con el cumplimiento de leyes, regulaciones, obligaciones, y por extensión, principios. Las prácticas del Compliance en las empresas tienen por fin prevenir, detectar y corregir incidentes o riesgos de no cumplimiento de las reglas externas o internas de la empresa.
¿Para qué sirve?
La función padrón del Compliance en las empresas es velar por el cumplimiento normativo y obligacional de una empresa, tanto para prevenir o sanar problemas económicos, legales y reputacionales. Razón por la cual muchos ubican el Compliance como un ejemplo moderno de la abogacía preventiva. Su segunda función es anticipar y evitar situaciones que pueden generar problemas legales a la empresa.
Obviamente, el esfuerzo del Compliance no sólo se traduce en evitar dolores de cabeza a las empresas. Otros beneficios son mayores niveles de transparencia, eficiencia y productividad. Ademas que poseer un sistema de Compliance sirve como medio de atracción de inversores y aliados comerciales.
¿Cómo se aplica el Compliance en las empresas?
Citando Deloitte España, la aplicación de un programa de Compliance “consiste en establecer las políticas y procedimientos adecuados y suficientes para garantizar que una empresa desarrolle sus actividades y negocios conforme a la normativa vigente y a las políticas y procedimientos internos, promoviendo una cultura de cumplimiento entre sus empleados, directivos y agentes vinculados.”
El Compliance es primero que nada un sistema de funcionamiento. Dependiendo del nivel de complejidad de la empresa y de la legislación, puede requerir un gran número de medidas. Puede ser desde redactar un código de ética hasta crear un órgano que fiscaliza la aplicación del Compliance. En ese caso es hasta necesario contratar un especialista en la materia, un Chief Compliance Officer.
La implementación de un sistema de Compliance en las empresas pasa por una metodología que puede variar por factores ya mencionados. En la mayoría de los casos en ese camino no solo es necesario estudiar la legislación vigente, sino también identificar los riesgos existentes en la organización. Riesgos son las posibilidades de ocurrencias de delitos o infracciones. Una vez se tenga ya el diagnóstico de los problemas, debilidades y amenazas, es necesario construir mecanismos internos de control de la empresa. El fin de esas estrategias es velar por el cumplimiento normativo en la empresa y prevenir riesgos.
Ejemplos básicos de estrategias de Compliance en las empresas es la creación de canales de quejas y denuncias, auditorías internas y padronización de procedimientos de conformidad a las leyes y regulaciones existentes. Mas cada empresa es diferente. Las medidas van a depender de las caracteristicas del caso.
El Compliance en las empresas es un nuevo servicio jurídico. Combina estrategias y elementos de los otros campos del derecho. Razón por la cual puedes tener en un mismo paquete asesoria laboral, empresarial y tributaria.