¿Qué voy a comer? ¡Si no conseguí nada! Esta es la pregunta que nos hacemos todos los venezolanos, todos los días…
Para nadie es un secreto, la situación actual del país en cuanto a alimentación; sin embargo, existe un factor más importante: la nutrición, el cual ha perdido protagonismo ante la primera pregunta del día, ¿Qué voy a comer?
Sabemos que la respuesta se complica por diversos factores, el más común es el desequilibrio entre situación financiera y necesidades calóricas; dicho en criollo, muchos alimentos (harina pan, pasta, arroz) no se consiguen, otros se consiguen pero están muy costosos, (y por ende, inaccesible para una gran parte de la población) todo esto afecta la calidad de la alimentación y nutrición de los venezolanos.
Circunstancia que no es de reciente data en el país, mas sí de mayor transcendencia en los últimos tiempos, en los cuales se evidencia un cambio de estado nutricional de la población, antes era mayor el índice de obesidad (malnutrición por exceso) y ahora vemos que es más común el bajo peso o desnutrición (malnutrición por déficit) dado finalmente por la distribución inadecuada de los nutrientes de los alimentos que ingerimos.
A los venezolanos, tal vez por cultura, o por educación, si nos quitan la harina pan, la pasta, el arroz, el pan blanco, la yuca y las papas, listo, ¡ya se acabó la comida!
¡NO HAY NADA QUE COMER!
-Entonces, ¿qué hacemos?
– Nutricional y Resilentemente hablando, incorporar y combinar nuevos alimentos a nuestra rutina diaria que representan opciones más saludables, que también forman parte del Trompo Alimenticio el cual en Venezuela esquematiza la alimentación balanceada.
En cristiano, ¿qué debo comer?
Consumir con cada comida (desayuno, almuerzo y cena), al menos 1 de los alimentos de los grupos que les dejo más abajo (requerimientos de almidones, frutas y hortalizas).
2 porciones de algún carbohidrato, como: arepa integral, arepa pelada, pan de pita básico o integral, pan árabe, arepas de plátano, tostadas integrales, entre otros.
2 porciones de hortalizas como: auyama, zanahoria, cebolla, pimentón, repollo, coliflor, brócoli, berenjena, berro y calabacín, entre otras.
1 porciones de fruta como: mango, melón, lechosa, guanábana, cambur, piña, etc.
Y para cubrir los requerimientos de proteína, como recomendación general se tiene que se debe consumir lácteos al menos 3 porciones al día, carnes rojas 2 veces a la semana, pescado 3 o 4 veces a la semana.
¿Qué recomiendo?
En vista de lo costoso que están las carnes, lácteos y huevos, una opción puede ser mezclar un carbohidrato del grupo de los almidones como arroz, arepa, yuca, plátano, etc. con algún grano como la caraota, frijol, lenteja, arvejas, etc. (que son buena fuente de proteína vegetal) y ayudaría a cubrir de cierto modo la necesidad de proteína que tiene el organismo.
Pero, entendiendo lo difícil que se ha vuelto adquirir estos rubros, mi sugerencia en este caso es tratar de consumir más pescado y huevos, que aunque no están baratos, aún se pueden adquirir con relativa facilidad, y son dos de las mejores fuentes de proteína animal, (que es la proteína de mejor calidad para el organismo humano).
Se pueden encontrar opciones más económicas como el atún natural (ya que un kilo cuesta aproximadamente lo que cuesta una lata de 480 gr y rinde mucho más) las sardinas naturales y el queso blanco, ya que aún en nuestra crisis representa una opción bastante manejable desde el punto de vista nutricional y económico.
Espero les pueda servir de algo mi pequeño aporte, estaré compartiéndoles un poco más en posts venideros, ¡saludos!
¡Gracias por leerme!